Últimamente en las noticieros se debate sobre el ingreso de los migrantes venezolanos, ya que una parte importante de la población se encuentra en contra de la presencia de ellos, por motivos diversos como la delincuencia, la informalidad del comercio ambulatorio. Por otro lado se encuentran los que están a favor de que el gobierno los apoye y les permita establecerse.
En primer lugar, quisiera presentar una similitud, por ejemplo si en nuestra casa recibimos a un familiar que se encuentra en condición de precariedad sin embargo luego de apoyarlo consiguiendo empleo, brindándole techo y comida, este nos roba dinero, constantemente insulta, se jacta de ser muy superior a nosotros y por último decide traer a sus amigos o más familiares, ¿ Qué deberíamos hacer? ¿Cómo actuaríamos? Para mi la respuesta es expulsar inmediatamente a esa persona tóxica y malagradecida. Lo mismo se debe evaluar en nuestro país, el Perú es nuestro hogar y dejamos que extranjeros, quieran imponer su mal comportamiento, no digo que el 100% de venezolanos sea así, pero debemos recurrir a ser más estrictos en el control migratorio, la presentación de antecedente penales debe ser indispensable.
Personalmente he conocido venezolanos en los que podría destacar virtudes como la puntualidad, alegría e impulso por salir adelante para brindarles una mejor calidad de vida a sus hijos. Y así como observé estas buenas actitudes también observé mala predisposición de otros en los que destacó la mentira, la deslealtad, sobre todo en aquellos que no eran los principales proveedores de su familia de aquellos que simplemente buscaron otros horizontes sin tener algún objetivo fijo.
Por último, la solución a mi parecer es que se debe aplicar la severidad, en caso cualquier extranjero infrinja la ley, así sea un robo menor debe ser expulsado del país y solo debe permitirse el ingreso de venezolanos con pasaporte, muchos expresaran que es costoso y que no pueden conseguirlos, pero lamentablemente no podemos sobreponer la comodidad de extraños, cuando el Perú no se encuentra en una situación privilegiada a causa de la desaceleración de la economía.